Dentro del Laberinto I
Published by sigfried under on 17:07mis ojos escuchan cada palabra que escribes
he aprendido a sentirte en cada soplo de aire.
Mis manos te buscan desesperadamente, y por momentos te tocan
fantasma etereo que lo llenas todo.
Como una estrella caiste, suave entre mis manos
y escondida te tengo en mi baul de tesoros,
tremulamente iluminas, los rincones de mi alma
hasta llenarla de luz, de paz, de calma.
Mis dias se reducen a unas horas benditas
en las que lo etereo se vuelve carnal,
reaidad confundida con sueños pueriles
y lo demas no importa.
Benditas son esas horas
en las que mi mente no te sueña
ni mi alma te anhela
ni mis ojos escuchan cada palabra que escribes
ni necesito sentirte en cada soplo de aire
Benditas son esas horas,
porque te tengo delante
real tangible y copórea
Entonces es, cuando te toco, te miro, y te siento
y lo demas es eter,vacio y nada
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